martes, 11 de mayo de 2010

No eran ni las cinco....

No eran ni las cinco y Aryssa ya había dado portazo al mundo, ni un minuto más de existencia. Estaba dispuesta a dejar que los parámetros de la realidad empequeñecieran en su ecuación hasta el punto de volverse despreciables, en la misma y justa medida que se expandiesen los limites ortogonales de la habitación, sumergirse en una realidad donde ni tu dolor podría hacerla sonreír.

Era deliciosamente tentador dejarse caer entre todas aquellas fantasías y recuerdos, desdibujando sus extremos y haciendo verdaderas historias de sus vivencias.
Al perderse podía descubrir como el campo cuajado de flores que se extendía a sus pies, era un simple ramo para que el conejo pusiera en tus manos. Huir de la realidad hasta llegar al límite de todas las experiencias y una vez allí, a ritmo del incesante tick-tack, tentar al olvido con piruetas imposibles.
Muchos te dirán que solo lo hace por provocar, que espera unos brazos fuertes en su caida, pero lo cierto es que cuanto más alto llega más excitante se vuelve dejarse caer en el lado equivocado, una sola ráfaga de viento puede hacerla volar los instantes precisos para alcanzar la eternidad y flotar por una vez en un mar que no sea etílico. ¿Qué más da que sus huesos formen un cuadro impresionista? ¿Acaso los necesitamos para volar? Sabe bien que en el mar hay agua suficiente para diluir su error escarlata.

Cuando el tiempo se haya agotado fragmentará todos sus recuerdos en minúsculas porciones, donde solo entre su sonrisa, no dejando margen a la cotidianidad de conocerse a más profundidad de los centímetros que siempre desearon.
Y despertará, volverá para vomitar tres cuartas partes de realidad y una de estomago sobre una alfombra sembrada de botellas, esta vez, con cristales entre las manos.

1 comentario:

  1. Me parece que esto
    "Cuando el tiempo se haya agotado fragmentará todos sus recuerdos en minúsculas porciones, donde solo entre su sonrisa, no dejando margen a la cotidianidad de conocerse a más profundidad de los centímetros que siempre desearon. "
    Es sintácticamente incorrecto, o no sé que tiene, pero no he conseguido entenderlo ni a la tercera vez que lo he leido.

    No sé si se debe a que es más abstracto de lo común o que mi cerebro no tiene su mejor día, pero, ciertamente, no he entendido nada xD.

    ¿Alcohol y cristales? Los malos vicios se contagian.

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