jueves, 22 de abril de 2010

Weak

Agachó la cabeza y la siguió como tirada por un cordel. Cuando la tumbaron en la camilla el miedo la fue encogiendo hasta volver a ser aquel niño con vestido celeste y arañazos en las rodillas, solo que el dentista jamás osó a tocarla de esa forma.
Los chismes y las voces agudas van dejando paso a espesuras graves y profecías, con alguna risa estridente que cuelga como escalera de vuelta a la realidad. Ayuda. Tejen un destino para la niña que nunca fue y son todo son todo sonrisas satisfechas mientras ella se desvanece en un mundo onírico, donde sus rasgos se van afilando hasta conseguir la consistencia deseada para escapar de su verdad ¿o quizás no?
Si fueras olvido ya lo sabrías.