viernes, 7 de enero de 2011

Broken Pieces

Despertó con la cabeza apoyada en las mugrientas baldosas de la cocina y a juzgar por el charco de saliva en el que se hundía su mejilla no llevaba ahí poco rato.
Dos segundos por detrás de la consciencia vino el malestar y no tardó otra fracción de minuto en estar retando a sus entrañas a escurrirse fregadero abajo. Cuando por fin fue capaz de incorporarse agarró a la causante de su malestar físico “¿Lejía? ¿Desde cuándo me quiero tan poco?”
Entonces los recuerdos de la noche la golpearon como una maza y mientras sus manos buscaban asidero en la repisa, se le calló la botella. No pudo razonar más y se quedó con la mirada fija en el chorro que se desparramaba a sus pies.
Suerte que quien quisiera que encontrase sus sesos esparcidos por las baldosas no sepa nunca que su último pensamiento fue para sus zapatos.

1 comentario:

  1. ¿Su ultimo pensamiento fue hacia sus zapatos? ¿No sería, por casualidad, estudiante de ADE? ^^

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